NVIDIA lanza el driver GeForce 591.59 WHQL para corregir fallos de color, HDR y estabilidad en varios juegos clave
por Manuel NaranjoHay actualizaciones de drivers que llegan como un gran estreno y otras que, sin hacer ruido, te arreglan justo eso que te estaba sacando de quicio. El NVIDIA GeForce Game Ready 591.59 WHQL entra en el segundo grupo: no viene a presumir de funciones nuevas, sino a cerrar flecos, mejorar estabilidad y dejar atrás varios fallos bastante visibles que se colaron en la versión anterior.
Y lo más importante es que no hablamos de “microrretoques” que nadie nota. Si has jugado o trabajado usando resoluciones no nativas, si estabas peleándote con colores deslavados, si te saltó algún susto con RTX HDR en una tele concreta o si te dio por tocar HDR y Smooth Motion en Assassin’s Creed Valhalla, este driver tiene más sentido del que parece.
Un driver de mantenimiento con foco en estabilidad
NVIDIA suele acompañar estos lanzamientos con el mensaje habitual de que “optimiza la experiencia” con DLSS 4 y NVIDIA Reflex, pero en este caso no hay un juego concreto al que se le ponga el foco como “driver de lanzamiento”. Eso suele ser una pista bastante clara: estamos ante una versión de mantenimiento, pensada para pulir el comportamiento general y corregir problemas detectados en los últimos controladores.
Este tipo de actualizaciones son especialmente agradecidas cuando vienes de una racha con incidencias raras, porque no necesitas estar jugando al “a ver si me pasa hoy”. En otras palabras: menos sorpresas, menos pantallazos y menos cosas que “ayer iban bien” y hoy no.

El arreglo clave: el bug de color con resoluciones no nativas
El cambio más llamativo del 591.59 es que corrige un fallo de color introducido en el driver anterior. El síntoma era bastante reconocible: colores apagados, lavados o directamente incorrectos cuando ejecutabas juegos o aplicaciones con una resolución o relación de aspecto distinta a la nativa del panel.
Esto afecta más de lo que parece, porque hay muchísima gente que juega a resoluciones no nativas por rendimiento, por preferencia competitiva o porque usa escalado. También entra aquí quien tiene un monitor ultrapanorámico y alterna modos, o quien conecta el PC a una tele y prueba diferentes configuraciones de imagen. Cuando el color se va, la experiencia se rompe: negros que parecen grises, saturación rara y una sensación de “algo no encaja”, aunque no sepas explicar qué.
Con el 591.59, NVIDIA da el problema por resuelto, y lo menciona además en el apartado de correcciones generales como “color de la pantalla desvanecido tras cambiar a una resolución no nativa” [5548662]. Si este era tu caso, es probablemente el motivo número uno para actualizar.
Correcciones en juegos: Enshrouded, Valhalla y Dying Light: The Beast
Aquí es donde se nota que el driver está pensado para apagar incendios concretos.
En primer lugar, se corrigen problemas de estabilidad en Enshrouded cuando se juega en GPU GeForce RTX Serie 50 [5664067]. Si estabas con cierres, cuelgues o comportamiento errático en ese escenario, esta corrección es de las que se agradecen porque no hay truco: o te deja jugar o no te deja.
Luego está Assassin’s Creed Valhalla, donde se arregla un fallo bastante específico pero molesto: HDR no funcionaba si tenías Smooth Motion activado [5469746]. Este tipo de conflictos entre opciones es el clásico que te hace perder tiempo, porque pruebas a reiniciar, a tocar ajustes de Windows, a cambiar el modo de pantalla y al final resulta que era una interacción concreta con el driver.
Y por último, aparece Dying Light: The Beast, que estaba sufriendo bloqueos o inestabilidad tras actualizar al controlador 591.44 [5720536]. Esto es importante porque mucha gente actualiza drivers por inercia y, si justo te cae uno con un bug, el siguiente lanzamiento “pequeño” se convierte en el parche que estabas esperando.
RTX HDR y televisores: el tipo de fallo que asusta
Más allá de los juegos, NVIDIA también corrige un problema que puede ser bastante desagradable: pantallas negras al activar RTX HDR en ciertos televisores [5720286]. Esto no es el típico glitch estético. Una pantalla negra te deja con cara de “he roto algo”, aunque luego se recupere, y encima suele empujarte a desactivar la función para no arriesgar.
Si usas el PC en el salón, o alternas monitor y tele, estas correcciones son de las que dan tranquilidad. RTX HDR es una función muy atractiva cuando funciona bien, pero si en tu caso estaba asociada a fallos de señal o a una imagen que desaparece, lo normal es que acabes pasando de ella. La actualización apunta justo a que eso no ocurra.
Lo único malo: un problema conocido que sigue ahí
No todo son buenas noticias, porque el driver mantiene al menos un problema conocido: no se puede deseleccionar la opción “Mostrar el icono de la bandeja de notificaciones” en el Panel de control de NVIDIA [5622213]. No es un drama a nivel de rendimiento, pero sí es el típico detalle que molesta si eres de los que afinan el escritorio al milímetro.
Si has notado alguno de estos fallos, la respuesta de si debes o no actualizar es bastante directa: sí, porque las correcciones van justo a cosas visibles y a estabilidad real. Si no has tenido problemas recientes, puede que no notes grandes cambios en el día a día, porque no es un driver pensado para estrenar funciones.
Pero incluso en ese caso, hay un argumento práctico: cuando un controlador se describe como “mantenimiento” y corrige un bug de color importante, suele ser una actualización más segura que esas que llegan cargadas de novedades. Y si juegas con ajustes no nativos, si usas HDR o si combinas monitor y tele, es de las que conviene tener.
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